mitos económicos III: el thatcherismo

Érase una vez vez un país donde reinaba la desesperanza y el aburrimiento, la comida era horrible, la creatividad y el esfuerzo eran condenados y el poder lo ejercian unos grupos mafiosos totalmente ajenos al interés general llamados sindicatos, que usaban una enorme fuerza de grises burócratas pagados por todos los cuidadanos para ejercer su despiadado dominio liberticida.

Hasta que un día el coraje de una mujer se sobrepuso a tan terrible panorama y guió al pueblo para librarse de los yugos de burócratas y sindicatos; y devolviendo la confianza en sí mismos a los ciudadanos, e incentivando la iniciativa individual, reconstruyó una economía ajada; devolviendo la creatividad y el color a una nación.

Esta sarta de disparates es más o menos con lo que nos vienen machacando durante treinta (¡30!) años los medios y opinadores «serios» acerca del Reino Unido.

Es indiscutible que el gobierno Thatcher tiene un gran valor simbólico. Thatcher, junto a Reagan, representa la encarnación de la denominada revolución conservadora un movimiento o construcción intelectual (o anti intelectual, realmente) que ha transformado con éxito el panorama político, económico y cultural (en un sentido amplio) hasta el punto que cuando este sistema hace aguas por todas partes, sale ideológicamente reforzado (tal y como está sucediendo en la actual crisis occidental).

Pero la victoria ideológica no implica la victoria en las realidades y los datos. Y estos, son tozudos.
Observemos una tabla elaborada con datos de la oficina británica de estadíticas:

Periodo %
1949-59 2,20
1959-69 3,00
1969-79 2.45
1979-89 2,60
1989-99 2,19
1999-08 1,41

(Elaboración propia)

Siendo % la tasa media de crecimiento del PIB per capita.

Pongamos en contexto los datos que tenemos.

En los años 50, el dato sería comparativamente flojo si lo comparásemos con cualquier pais del continente, pero hay que tener en cuenta que GB no fué ocupada ni destruida en la misma medida (de hecho, fué el único pais europeo que terminó con un PIB superior al de antes de la guerra). Y por otra parte, su condición de potencia vencedora llevaba consigo unos gastos militares que Alemania, Belgica e incluso Francia no abordaron.

En los años 60, todo iba bien en Occidente (e incluso otros lugares) y reinaba el optimismo. A pesar de ello, había preocupaciones con el tipo de cambio de la libra.

En los 70, nos encontramos con la crisis monetaria de la caida del sistema de Bretton Woods en 1971, y las crisis petrolíferas de 1973 y 1979. Para ser una época compleja y tener en GB un serio problema de inflación, no se puede decir que sea una época de oscuro estancamiento.

En los 80 llega Thatcher. ¿Donde están los efectos benéficos de la revolución? No es evidente ninguna aceleración significativa en la mejora del nivel de vida desde 1979, si consideramos los 70 como un desastre.

En los 90, igual que en la década anterior, se comienza con recesión (que obligó una nueva devaluación de la libra). La posterior recuperación queda amortiguada por un repunte demográfico.

En los años 2000, nos encontramos con el mantenimiento del modelo pro-City de endeudamiento, apalancamiento financiero y burbuja inmobiliaria. Los resultados son bastante buenos (de haber hecho el corte en 2007 -antes de la crisis- nos habríamos encontrado un % de 2,87) aunque nuevamente la demografía los diluye. Ahora con el pinchazo estamos poniendo las cosas en su sitio.

¿Qué conclusiones podemos obtener?

-No es evidente que la GB de posguerra (con sus nacionalizaciones masivas) fuese un país estancado, que tras «la revolución» se despertase.
-Si bien es cierto que los años 70 fueron convulsos en plano sindical, hay que contextualizar. Personalmente no creo que ninguna mafia sindical sea responsable del diseño y lanzamiento del Austin Allegro conocido como uno de los peores automóviles de la historia, y el peor de GB.
-Relacionado con lo anterior: Es cierto que habría sectores productivos muy simbólicos en declive; entre ellos la minería y el automóvil. Con el primero es una cuestión de coste de producción relativa; con el segundo, se trataba de un buque a la deriva desde finales de los años 60, cuando British Leyland era una compañia privada. Cuando fué nacionalizada en 1975, y más con los vientos revolucionarios soplando, ya era realmente dificil un rescate.
Pero todo esto no justifica que haya que apostar en exclusiva por la city, creando un abismal desequilibrio regional. En esta tabla se puede var que la región «Inner London» triplica en ingresos a las demás. Una regla básica en la inversión es la diversificación; aquí ha tenido lugar lo contrario.
-En este artículo se ha hablado del crecimiento de la renta per capita como instrumento para medir la mejora en el nivel de vida. Hay que tener en cuenta que el modo en el que se distribuye ese creciemiento no es uniforme. Lo hemos visto a nivel regional, y por supuesto se cumple a nivel personal. Y menos depués de la revolución.

Asi pues, como conclusión final:

El periodo abierto tras 1979 no supone avance palpable alguno en términos de dinamismo económico. Vista además la manera de distribuirse la producción, de forma cada vez más concentrada en menos manos, no parece muy verosímil que se haya estimulado el esfuerzo individual; más bien al contrario. Sabiendo de dónde eres, ya sabes a qué puedes aspirar; hagas lo que hagas.
De modo que las principales promesas del thatcherismo no han sido cumplidas.

Por otra parte, el país es menos diversificado y más dependiente de la financiación exterior; en consecuencia, más frágil.

Asi pues, la historia la están escribiendo los vencedores, pero no los convincentes.

Nota técnica:
Se han elegido periodos con los años acabados en 9 para poder tener décadas completas (la serie empieza justo en 1949) y además coincide con para marcar claramente la época pre y post Thatcher.
Para el cálculo de % se ha tomado la tasa de crecimieto del PIB y los datos de población total. Los censos, al ser elaborados en los años que acaban en 1, han sido ajustados conforme al crecimiento medio de cada década.



4 comments ↓

#1   hwang-ho on 12.31.10 at 3:49 am

Hola platon, por fin llego a tu página y no tengo inconveniente para verla (ya te conté los problemas que tuve).

Ayer llegué a una página que después de haberla leído y haber visto esta tuya me parece que tienen mucha relación:
http://www.burbuja.info/inmobiliaria/burbuja-inmobiliaria/115403-resumen-de-ideas-por-que-esto-solo-puede-ir-peor.html#post1757111

En ella recapitulan algunos conceptos y contrastan gráficos para extrapolar lo que nos queda por pasar para deshinchar la burbuja inmobiliaria. Como tú entiendes más quizá puedas decirme si lo que aparece en esa página tiene sentido o son elucubraciones de burbujistas apocalípticos. Yo, desde el sentido común (pero mejor entendido que el de Rajoy) entiendo que los precios tendrán que volver a su posición en la curva normal de tendencia (no sé cómo se dice, pero vamos, la línea inferior de IPC) aunque para ello tengan que bajar un 50 o un 60%.

Dime qué te parece todo esto. Eres el economista de guardia, ya que a Iñaki se le lee muy de vez en cuando.

Un abrazo, amigo.

#2   hwang-ho on 12.31.10 at 4:00 am

Ah, y desearte muy feliz año nuevo que empieza mañana mismo, asín que tú verás.

Los sádicas somos tal que así.

#3   platon on 12.31.10 at 21:06 pm

Feliz año a ti también (y a aquellos que leen, aunque no se atrevan a comentar).

Tras una lectura superficial, ese enlace es muy interesante. Dicho esto, espero no desilusionarte si digo que hace un par de años teníamos «sesudos analistas» que nos explicaban muy bien por qué «los pisos no bajan nunca».

Mi opinión es próxima a la tuya, aunque sobre el nivel de precios al que deberíamos volver tengo más dudas.

El motivo es que hay que tener en cuenta la demanda y el coste «relativos». La primera tiene que ver con la demografía y el modelo de familia (bastante menos previsible de lo que nos quieren hacer creer), eso sin tener en cuenta su valor como «inversión», que ha sido la causa de la burbuja; y de lo segundo no tengo datos, pero si tenemos en cuenta las nuevas normativas y necesidades (ascensores, protección de incendios, aislantes) y la baja productividad del sector, hace bastante verosímil (no tengo datos) que el precio «saludable» de una vivienda haya subido más que la inflación.

En realidad no he dicho nada (o bien poco), pero como en este blog se ha dicho tantas veces, las respuestas simples no llevan a nada bueno.

Gracias, y un abrazo.

#4   Mitos económicos: El Tacherismo « El pato pa tú on 03.04.11 at 18:09 pm

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